Se armo la posada en Rancho Skate para estrenar el medio tubo de aproximadamente 10pies del patinador Gabriel Gómez. Con una carne asada, cotorreo y varios patinadores que se dieron cita a pasársela al 100 en una tarde soleada de domingo la cual un día antes otros patinadores como Jorge Alcala también visitaron el rancho y patinaron una sesión fuerte que no me toco observar, más la fiesta que realizaron la misma noche del sábado que según las historias que me contaron hubo de todo y es algo que no tocare en este escrito.
Lo bueno de esta posada es ver como cada vez más se prende la banda de los 80s y 90s que patinaban vertical y mini ramps a salir de sus madrigueras cada vez los vez patinando más, cada vez están haciendo que se fortalezca poco a poco una escena algo perdida en nuestro país y la cual no se debe de olvidar. Patinar es patinar y el medio tubo no es una excepción y no ha pasado de moda, es de respetarse y donde no hay muchos exponentes en el país que les encante sentir la emocion de volar lo más que se pueda. Lo importante de esta posada que ofreció Gabriel a todos los que visitaron era que la pasaran bien, convivir en su Rancho que sabemos que todo mundo quisiera ir y no faltaran los comentarios, de que sólo invita a sus amigos o cosas por el estilo, a lo cual a mi punto de vista es un pensamiento absurdo ya que al ser un espacio privado no es posible atender a tanta gente si se hiciera un evento abierto al público.
El punto es que esto debería de hacer una explosión donde los que tengan las posibilidades de construir rampas de madera o cosas de concreto en sus casas o terrenos, lo hagan y armen sus propios crews para pasarla bien un rato patinando ya que eso ayuda a fortalecer y enriquecer la escena nacional.
En hora buena por este cotorreo y aquí les dejo una fotografías que tome, me hicieron falta alguna banda de fotografíar a lo cual les pido una disculpa por ello, todos patinaron con todo y espero en otra oportunidad tomarles fotos y esperando una siguiente sesión ya que el lugar es mágico con sus cielos abiertos y al estar fuera de la ciudad de Guadalajara le da un toque propio.